Esconder un micrófono de solapa de forma discreta y que cumpla su función es un verdadero arte.
Uno de los problemas más frecuentes y difíciles de resolver es evitar el ruido probocado por la fricción de la ropa cuando el sujeto se mueve. Después de probar multitud de métodos con diversos materiales, este producto nos da una de las mejores soluciones. Podemos adherirlo a la ropa o la piel y conseguimos un muy buen aislamiento.
Es importante reseñar que está diseñado específicamente para un micrófono determinado, en este caso el Sennheiser MKE2 al que se adapta perfectamente y difícilmente podrá utilizarse con otro modelo.